
LA EPIDEMIA SILENCIOSA
La Cuarta Ola
Para despedir un 2020, que siendo imposible de olvidar, sí queremos ponerlo en su sitio, desgranando lo que se ha vivido desde el punto de vista Psicológico, y ofreciendo una reflexión de lo que en 2021 podremos vivir, respecto a lo que podemos denominar Epidemia Silenciosa. No con ánimo catastrófico, sino más bien de análisis y promoción de actitudes de afrontamiento adecuadas a lo que nos podamos encontrar.
La nueva situación que nos ha puesto la vida al revés, desde los días del confinamiento, y que no ha parado de hacerlo hasta el momento actual, y lo que todavía está por venir; está teniendo un efecto en cualquier faceta de la vida. Todo acompañado de una dosis de incertidumbre constante, generando un desgaste psicológico relacionado con ansiedad y estrés, debido a un ambiente frustrante, el distanciamiento social, la situación socio-económica, etc.
Apareció una sensación de pérdida de control y necesidad de cambio exigida por la realidad que se estaba viviendo, y que se sigue manteniendo; junto con la necesidad de seguir cumpliendo normas que van en contra de nuestra forma de vida anterior y nuestras propias necesidades.
Esto ha promovido la aparición de lo llamado fatiga psicológica, si en un principio fue el miedo la emoción más preponderante, ahora aparecen otras emociones como son la irritabilidad y el estado de ánimo bajo.
En algunos artículos, se hablaba de que la tercera ola estaría marcada por los problemas psicológicos, actualmente hablan de la cuarta ola, teniendo en cuenta la previsión de que pueda haber otro repunte de casos por Covid a comienzos del 2021.
Está demostrado que han aparecido empeoramientos en dificultades y psicopatologías preexistentes, así como el brote y aumento de los grupos de personas que pueden llegar a padecerlos. Una variable importante es que los factores de riesgo han aumentado exponencialmente durante estos últimos meses. No sabemos qué número será, pero sí sabemos que ya estamos viendo los efectos, y estos seguirán en aumento.
Durante la primera ola, los primeros grupos que más sufrieron los efectos, y de forma más marcada, eran los grupos sanitarios, con una carga de trabajo enorme, dentro de una situación saturada. También se apreciaron mayores dificultades en los procesos de duelo, tanto por la dificultad a la hora de acompañar al ser querido en sus últimos momentos, como en la despedida; durante aquel momento las personas no disfrutaban del apoyo social como en anteriores ocasiones, así como la dificultad de gestionar emociones, como la culpa.
Desde el ámbito de la Psicológica, están las consultas privadas de los Profesionales de la Psicología Sanitaria, que han seguido prestando atención a pesar de esta situación, adoptando medidas de seguridad adecuadas, ofreciendo servicios presenciales así como adaptándolos a través de video llamada, si fuera necesario.
Dentro de este colectivo se han encontrado que muchos de sus pacientes aparecen con una sintomatología más exacerbada, así como un aumento de las demandas nuevas; debido en alguna ocasión porque muchos de los centros donde acudían han cerrado o no ofrecen tantos servicios. Desde un punto de vista general, aparecen más estados ansiógenos y de estrés, que cursan con diferentes sintomatología llegando a estados depresivos, o comorbilidades varias; siendo el Trastorno de Estrés Postraumático uno de los trastornos que comenzaremos a ver de forma más frecuente.
Dentro de la Psicología del adulto, algunos pacientes que dejan de realizar actividades de la vida diaria por miedo; otras deben de mantener una vida de confinamiento por ser una población de riesgo de padecer la Covid; podemos encontrar algunas personas que tienen conductas agresivas, ya sean hacia otras personas o hacia ellas mismas (autolesionarse), anhedonia, así como insomnio, y la percepción de soledad; todo esto ha llevado a posibles abusos de sustancias que agravan la situación.
También ha existido una situación que ha generado un funcionamiento familiar muy desviado de la cotidianidad, debiendo ofrecer apoyo escolar por parte de los padres así como gestionar el trabajo desde casa durante el confinamiento. A saber de la gestión de las respuestas emocionales de cada miembro, conflictos marcadamente significativos, nueva adaptación al ámbito escolar, y suplir las faltas existentes, como han sido la imposibilidad de realizar la práctica totalidad de actividades extraescolares como los deportes colectivos, y el empeoramiento o la aparición de dificultades en el aprendizaje. Lo cual puede llevar en la edad infanto-juvenil a un aumento de síntomas de ansiedad o depresión, obsesivo-compulsivas, y problemas de autogestión emocional y de autoestima; así como desconexión de su grupo de iguales.
Otro grupo importante a tener en cuenta, son aquellos pacientes que daban positivo en la Covid-19, ya que no solo sufren los síntomas físicos o más orgánicos, sin quitarles importancia, siendo los que definen la enfermedad, acompañan síntomas Psicológicos; tanto durante el padecimiento como posteriormente.
Uno de los efectos secundarios analizados es la dificultad en atención y concentración, que ofrecen dificultades en las Funciones Ejecutivas (autogestión, planificación, organización) lo cual dificulta retomar la vida cotidiana y laboral anterior. Además de que los efectos de estrés, que han aparecido en la población normal, pueden verse exacerbados, como es la incertidumbre, ya sea por el miedo a enfermar gravemente o incluso la muerte, o a haber contagiado o contagiar, así como por no saber el efecto a largo plazo. Dando especial importancia a los ambientes de confinamiento en los que debían de mantenerse, ya fuera en casa con el aislamiento social, o en los centros de salud. Lo que generaban sentimientos de desesperanza y resignación.
Pincha y podrás ver el programa del pasado sábado 5 de diciembre,
PROGRAMA ANALIZALE ( LA 8 TV LEON)
Donde nuestro Director Juan Pedro González expone estas ideas.
En ninguno de los casos, o situaciones anteriormente citadas, se ha vuelto a una situación anterior de equilibrio, obligando a una Re-Adaptación constante a las nuevas situaciones, generando actitudes dispares, siendo las formas resilientes y flexibles las más adecuadas para afrontarlo. También es interesante que se mantenga la actividad física, por tener efectos positivos a diferentes niveles; el contacto social, e intentar cuidar el plano laboral y económico todo lo que se pueda; manteniendo el contacto social de forma segura y adecuada.
Desde el punto de vista puramente psicológico, animamos a que busquéis formas adecuadas de ejercitar vuestra mente y mantener estados de ánimo más equilibrados; para ello podéis realizar ejercicios de Mindfulness o relajación, escribir un diario, lectura de libros,… Y no dudéis en acercaros a un profesional para que os pueda ayudar.
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EMDR: La eficaz técnica para el tratamiento del trauma
Cuando una persona ha vivido o presenciado un hecho potencialmente mortal, que amenaza su integridad física o la de otro y que provoca reacciones como miedo, horror intenso o sensación de vulnerabilidad, es posible que acabe desarrollando un trastorno de estrés postraumático (TEPT) (American Psychiatric Association, 2014).
Pero lo cierto, es que no es necesario un evento tan extremo para que quede en nosotros una “herida psicológica”, que es lo que significa lo que habitualmente conocemos como trauma.
Dependiendo de la situación que lo provoque, los traumas pueden ser de dos tipos (Shapiro y Forrest, 2007):
- Traumas con “T”: aquellos provocados por hechos que conllevan un gran impacto emocional, como guerras, accidentes, catástrofes naturales, abusos, violaciones, etc.
- Traumas con “t”: están provocados por eventos que, a simple vista, podrían parecer de menor importancia pero que repetidos en el tiempo podrían llegar a dañar nuestra autoconfianza, nuestra autoestima y nuestras estrategias de afrontamiento. Son más comunes, pero también más difíciles de identificar, suelen estar asociados a nuestras relaciones con otras personas y se les conoce como traumas acumulativos. Algunos ejemplos podrían ser: humillaciones, rechazos, ciertas situaciones de negligencia o sufrimiento, desprotección, cambio de roles en la familia, etc.
“El pasado no puede cambiarse ni borrarse, pero definitivamente es posible dejar de sufrir por él”
Jacques Roques
Sin embargo, lo objetivamente graves que nos puedan parecer las causas no determina la cantidad de daño que producen, ya que esto va a depender de las características personales de cada uno, incluyendo el momento de la vida en el que se producen, el entorno afectivo, su reiteración a lo largo del tiempo, etc.
Además, lo que causa el problema no es el hecho traumático en sí, sino el recuerdo de ese hecho, ya que se produce una perturbación de la memoria en forma de recuerdos intrusivos, flashbacks o pesadillas y la persona sigue actuando como si aún estuviera presente la situación traumática. Esto además influye en el sentimiento de valor de sí mismo, de seguridad, en la capacidad de tomar decisiones e incluso limita la sensación de control y de elección. Por lo tanto, los síntomas actuales son el resultado de la activación de recuerdos que han sido almacenados y procesados de manera disfuncional.
Una de las opciones de primera línea para el tratamiento de trastornos asociados a experiencias traumáticas es la terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR). Se trata de un abordaje psicoterapéutico integrativo, creado por Francine Shapiro, que se basa en su propio modelo de Procesamiento Adaptativo de la Información (PAI).
Según este modelo, las respuestas bioquímicas activadas (adrenalina, cortisol, etc.) debido al impacto emotivo del evento traumático, bloquean el sistema innato de procesamiento de la información del cerebro, aislando las informaciones respecto al trauma en una red neural con las mismas emociones, creencias y sensaciones físicas que se produjeron en el momento del hecho. Por eso, su enfoque terapéutico está en el recuerdo traumático, en comprender cómo esa experiencia nos ha afectado y procesarla adecuadamente, lo cual llevará a una reducción o eliminación de la sintomatología.
“La historia, a pesar de su horrendo dolor, no puede volver atrás y, si se enfrenta con coraje, no tiene por qué repetirse” Maya Angelou
Su procedimiento consistiría en el uso simultáneo de la imagen traumática que recordamos, la cognición negativa asociada y las emociones y sensaciones físicas con las que la relacionemos. Esto, además, se combina con la estimulación alternada de los dos hemisferios cerebrales, que facilita su conexión y la capacidad de procesar las experiencias traumáticas, disminuyendo la carga emocional asociada. Aunque originalmente solo se utilizaban los movimientos oculares, actualmente la estimulación bilateral puede ser de tres tipos:
- Visual: movimiento de los ojos de un lado al otro guiado por el terapeuta.
- Auditiva: sonidos alternados en ambos oídos.
- Kinestésica: golpeteo suave y alterno sobre las manos o los hombros del paciente (tapping).
Una de las hipótesis sobre el papel de los movimientos oculares del EMDR es que estimulan el mismo proceso que ocurre en la fase REM del sueño, la cual se ha demostrado que tiene una función en el procesamiento y almacenamiento de información en la memoria (aunque aún son necesarios más estudios que corroboren esta conexión).
De este modo, el procesamiento ocurre a través de una rápida progresión de conexiones intrapsíquicas durante la sesión, después de cada set de estimulación. Los mecanismos de acción incluyen la asimilación de información adaptativa que se encuentra en otras redes mnemotécnicas conectadas a la red que antes tenía el evento perturbador aislado. Al final, el recuerdo queda integrado en una red de memoria más amplia. El procesamiento es la creación de nuevas asociaciones y conexiones con el recuerdo en un modo más adaptativo (Shapiro, 2014).
Así, con la aplicación de esta terapia, va cambiando la perspectiva emocional y cognitiva del recuerdo y el paciente empieza a ver el recuerdo lejano por primera vez, es decir, se consigue una distancia del contenido de la experiencia. De esta manera, se acaba recordando el hecho o experiencia vivida, pero sintiendo que pertenece al pasado, y el contenido se asimila e integra de una manera más madura y funcional.
Otro de sus beneficios es la brevedad, ya que el tratamiento con EMDR puede ser de hasta solamente 3 sesiones para un trauma simple, aunque habría que valorar detenidamente el caso, ya que también puede llegar a durar hasta más de un año para problemas complejos.
Es cierto que se trata de un método muy potente que puede activar emociones intensas, pero es importante tener en cuenta que es el propio paciente el que controla el proceso en todo momento. Es posible que el procesamiento continúe después de la sesión, por lo que podrían aparecer nuevos pensamientos, recuerdos o sueños relacionados. Es recomendable ir anotándolos para poder trabajarlos en futuras sesiones.
La investigación científica sobre el EMDR ha establecido que es un tratamiento con evidencia empírica bien establecida en su eficacia para el tratamiento del TEPT (Vallejo, 2016) y existen estudios que muestran el mantenimiento de la mejoría de los síntomas en el tiempo frente a otras intervenciones terapéuticas. Además, está avalada por la Organización Mundial de la Salud y las Guías Clínicas Internacionales para el tratamiento del trauma.
Los niños también responden muy bien al EMDR, se realiza el mismo protocolo con algunas modificaciones y se puede combinar con arteterapia y terapia del juego. Además, el procesamiento es por lo general más rápido porque sus redes de memoria no son tan complejas como las de los adultos.
También ha demostrado su utilidad en el tratamiento de duelos no resueltos, TOC, fobias, trastornos de ansiedad, adicciones, trastornos somatomorfos (fibromialgia, cefaleas), trastornos alimentarios y patologías de la infancia y adolescencia (adopciones, trastornos de conducta, pérdidas, hiperactividad, etc.)
“La libertad es lo que haces con lo que te han hecho” Jean-Paul-Sartre
Como hemos visto, el pasado puede convertirse en presente cuando no es bien procesado. Por eso, desde Psicolaria te animamos a que, si estás sufriendo las consecuencias de una experiencia traumática que te perturba en tu día a día, busques la ayuda de un profesional, ya que es posible conseguir su resolución adaptativa. Asimismo, si tienes alguna duda o te gustaría informarte más sobre esta terapia, puedes dejarnos un comentario o contactar con nosotros a través de nuestro teléfono o chat y te atenderemos encantados.
Bibliografía:
American Psychiatric Association (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). Editorial médica panamericana.
Shapiro, F. (2014). Supera tu pasado: Tomar el control de la vida con el EMDR. Editorial Kairós.
Shapiro, F. y Forrest, M. S. (2007). EMDR: Una terapia innovadora para superar la ansiedad, el estrés y el trauma. Editorial SAPsi.
Vallejo, M.A. (2016). Manual de terapia de conducta. Volumen I. Madrid: Dykinson.

Mindfullness en tiempos de crisis
La situación actual que estamos viviendo, nos pone en una nueva crisis vital, no solo de tipo personal, sino social, económica e incluso política. Desde la Psicología se están haciendo esfuerzos, al igual que desde otras ciencias, para entender los efectos que ya están apareciendo, así como los efectos a medio y largo plazo.
Una de las terapias que más fuerza y evidencia están consiguiendo en las últimas décadas es la práctica clínica con el Mindfulness. Un método que el profesor Jon Kabat-Zinn, considerado el punto de inflexión del movimiento mindfulness en todo el mundo, nos enseña a emplear prácticas médicamente demostradas derivadas de la meditación y el yoga en su libro Vivir con plenitud las crisis. Parte del conocido programa de reducción del estrés basado en el mindfulness (MBSR o REBAP). El estrés puede agotar nuestras reservas de energía, socavar nuestra salud y acortar incluso nuestra vida, tornándonos más vulnerables a la ansiedad, la desconexión, la depresión y la enfermedad.
«Todos somos capaces de cultivar una mayor atención plena y un mayor amor pleno en nuestras vidas y beneficiarnos enormemente de ello» (Jon Kabat-Zinn).
DESDE PSICOLARIA, DURANTE ESTA SITUACIÓN EXCEPCIONAL, SE ESTÁN REALIZANDO PRÁCTICAS DE MINSFULNESS
TODOS LOS VIERNES A LAS 17:00 DE FORMA GRATUITA Y EN ABIERTO
A TRAVÉS DEL CANAL DE YOU TUBE JUAN PEDRO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ (https://www.youtube.com/channel/UCpOmAZjebLeaF-XjQ2WeDrQ )

Desde esta propuesta, Mindfulness o Atención Plena, nos puede proporcionar una forma de afrontar esta situación. Davis y Hayes (2011) establecieron tres grandes tipos de beneficios que se obtenían gracias a los programas Mindfulness:
- BENEFICIOS AFECTIVOS, donde se incluyen una reducción de la sintomatología ansiosa, así como depresiva, en una elevada gama de problemas clínicos;
- BENEFICIOS INTRAPERSONALES, en los que se observan una mejora de otros parámetros relacionados con la calidad de la vida o el bienestar, tales como el aumento de la capacidad atencional o la reducción del dolor;
- BENEFICIOS INTERPERSONALES, en los que se incluyen la mejora de las habilidades de gestión y regulación emocional, así como un mayor nivel de satisfacción en las relaciones.
Uno de los conceptos que podemos relacionar ante esta nueva concepción, es el de Resiliencia. A veces podemos entender como aquella habilidad de resistir el trauma o la crisis, aunque debemos de diferenciarlo.
Resistencia sería la capacidad de mantenerse firme y fuerte en el momento de sufrir la situación traumática o dolorosa. Sin embargo, el hecho de mantenerse fuerte en ese momento crítico no significa que lo superes en tu vida, no significa que ese hecho no deje secuelas y consecuencias emocionales posteriores que condicionen tu vida.
Aquí entra el concepto de resiliencia, que tiene que ver más con el post-trauma, es decir, con la capacidad de superar esa situación dolorosa después de haberse producido y además salir fortalecido, y crecer gracias a la experiencia. En física lo explica muy bien, cuando un elemento tiene alta resiliencia, es porque es capaz de recuperar su forma anterior.
En la concepción del ser humano, una persona tiene más resiliencia , cuanto más capaz es de restablecer el equilibrio. Dentro de las características estarías:
- Autoconocimiento; aplicado aquí a las potencialidades que tiene cada persona, apoyando y desarrollándose en las mismas. Aquí tampoco consiste en mantener una autoestima muy grande, sino, más bien ajustada a la realidad, por lo que conlleva un ajuste y consciencia en las propias limitaciones. No hay peor enemigo que nuestro propio jefe interno pidiendo (exigiendo) por encima de nuestras posibilidades, provocándonos emociones bien desagradables.
- Una persona resiliente, ve las crisis como una oportunidad de cambio. En este sentido podemos decir que no se presenta como una persona resignada, aunque sea víctima de la situación, sino que acepta la situación y promueve una actitud activa ante la misma. Delimitando las facetas que entran dentro de su esfera de control, y influencia, y aceptando las que quedan fuera de su propio control.
- Un pensamiento que ayuda, es saber que la situación no durará eternamente, ya que todo pasa. En este sentido puede ayudar mucho el ver retrospectivamente nuestra línea de vida, y tener en cuenta esas crisis que ya tuvieron lugar.
- También saber buscar y encontrar apoyos sociales, confía en que las personas puedan ayudarla, y sabe pedir y a quien pedir; en una actitud proactiva, más que de espera.
- El sentido del HUMOR, con mayúsculas, el aspecto más promotor de una buena actitud y carácter. Como me han dicho grandes maestros de Mindfulness, hasta haciendo meditación debemos de intentar mostrar nuestra sonrisa al mundo.
- La Creatividad, como característica humana inherente al desarrollo, sino mirar lo curiosos y probadores que son los niños. Desde esa actitud de principiante en las acciones, de oferta de expansión de nuestra zona de aprendizaje vital.
- Actitud Mindfulness:
- 1. No se debe juzgar, sino asumir el papel de testigos imparciales de la propia experiencia, observando los propios pensamientos y juicios, sin actuar sobre ellos, ni bloquearlos, ni aferrarse a ellos; solamente, observándolos y dejándolos ir.
- 2. Tener paciencia, es decir, estar abierto a todos los momentos, aceptándolos como tal, comprendiendo el hecho de que a veces, las cosas suceden a su debido tiempo.
- 3. Promover la mente del principiante, esto es, la actitud mental de estar dispuesto a ver las cosas como si fuese la primera vez que se ven y estar además abierto a las nuevas potencialidades que pudiera surgir.
- 4. Confiar en uno mismo, en la propia intuición y en la propia autoridad, antes que buscar guía en el exterior.
- 5. No esforzarse en conseguir que el Mindfulness tenga una finalidad, pues esto, solo es un pensamiento que entorpece la auténtica atención plena.
- 6. Aceptar las cosas tal como son en el presente, estar receptivo y abierto a aquello que se piensa, se ve y se siente.
- 7. Y por último, dejar de lado la tendencia a elevar ciertos pensamientos o determinadas experiencias, despreciando otras. Lo que podriamos resumir en no apegarse a estados agradables, ni evitar o rechazar los desagradables.


La valentía de comenzar un camino nuevo en Psicolaria
Queremos elogiar a todas esas personas que comienzan un nuevo camino dentro de sus vidas cuando acuden a terapia. La terapia es un mundo desconocido para muchos, pero animamos a todos aquellos que sienten necesario comenzarlo, sabiendo que este ya es un acto de valentía, un primer paso de otros que vendrán. En un mundo donde se premia el cambio de forma rápida, entendemos que la terapia psicológica es una forma de intervención que promueve cambios profundos en las personas, y que puede dar miedo.
Desde nuestro modelo terapéutico, podemos ofrecer intervenciones con un corte más específico y resolutivo, aplicando por ejemplo la Terapia Centrada en Soluciones (De Shazer, 1985), desde la creencia de que los clientes o pacientes poseen los recursos necesarios para resolver sus problemas, y el terapeuta promueve y acciona estos dentro del sistema vital, para que los ponga en funcionamiento.
También se puede ofrecer una intervención más profunda y duradera si así lo requiere el caso y el cliente o paciente lo demanda, desde un modelo más humanista e integrador. Siempre manteniendo un punto de vista centrado en la persona que ya teorizó y aplico Carl Rogers (2000).

Bibliografia:
De Shazer, 1985. Keys to solution in brief terapy. New York: Norton. (Trad. Esp. Claves para la solución en terapia breve. Barcelona: Paidos, 1996).
Carl Rogers, El proceso de convertirse en persona: mi técnica terapéutica, editorial Paidós Ibérica, Barcelona: 2000
Cada persona que accede a una intervención psicológica, acepta un riesgo, depositando su confianza en una persona (Psicoterapeuta), además de entender que en su vida se van a producir cambios, desde aspectos conductuales y emocionales, hasta los valores vitales que en ese momento existen. El trabajo se centra en la conciencia y experiencias que favorezcan el autoconocimiento, creando una visión más ajustada de tí mismo/a, de tus capacidades y habilidades, de tus recursos personales y relacionales; de tus puntos fuertes y débiles, de tus heridas a sanar; todo ello desde una relación cercana y no enjuiciadora de la persona que te atiende.
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